Ifigenia: segunda parte

Para continuar desde la primera parte de Ifigenia, ya terminó la carta que María Eugenia ha escrito a su amiga Cristina. Con misterio: « ¡Ya la eché! » dijo su criada Gregoria cuando regresó de la calle después ella había mandado la carta. Por eso María se sentía tristísima entonces, decidí de escribir su diario. Esta parte está escrita en forma de diario íntimo, en el que ella escribe tiempo en tiempo sus vivencias personales, pensamientos profundos, y sentimientos y emociones. Es una manera para que ella puede aliviar su mente y espíritu, ya que tiene que expresarse y escribir. Estamos introducidos a dos nuevos personajes: Mercedes Galindo y Gabriel Olmedo.

Al principio cuando la familia recibí la visita de Mercedes, a María le parecía que esta mujer estaba bellísimas y muy elegante. Tenía mucha atención a sus acciones y especialmente su apariencia física; se encapricha con casi todo lo que hace. Vemos que eventualmente, las dos se pasan mucho tiempo juntos y María iría a la casa de Mercedes con frecuencia. Creo que lo hace, como escribiendo su diario en secreto, porque es una forma de liberación para ella. A la casa de Mercedes puede hacer lo que había hecho en Paris, siguiendo su obsesión de las cosas materiales.

Para mí, lo que es tan interesante es María piensa que ella es una persona tímida, al contrario es tan egocéntrica. Cree que sus tíos y sus primos le detestan por envidia, que es muy sorprendente porque es raro que alguien decía algo igual así sobre su familia. Por eso su abuela quería hablar con María y dijo que ella era muy desconsideraba y muy falta de respeto. Me parece que ella es inútil, egoísta y vanidosa. Por ejemplo, dice que ella es “más bonita, más alta y más blanca que Mercedes” (p.92).

Aunque ella no habla mucho de Gabriel cuando lo conoció, después hablando con Mercedes, está convencida que Gabriel es loca por María desde según Mercedes, es tan segura que se casarán muy pronto. Entonces, cree que en los ojos de Gabriel, ella es la más bonita y este es retratado en la carta de amor que le escribe a él. Se confiese de su amor con muchísima intensidad y a sí misma se refiere a Sulamita, una mujer renombrada por su belleza en la obra de Cantar de los Cantares. Al final toma consciencia y se da cuenta que la carta no es un buen idea.

Leave a comment